domingo, 7 de diciembre de 2008

lo calido o frio, la temperatura que gobierna y ha gobernado ese organo gigante, palpitante, a ese aparato increible que se rije por leyes incomprensibles, corresponde a una proporcion incalculable entre tu presencia, ya sea verdadera o producto de mi imaginacion impulsada por el recuerdo, que, seguramente se desvanecera con el pasar de los dias, con el correr de este sistema despiadado y sin perdon ni consideracion de tipo alguno. por otro lado esta ese sentir en mi, esa creencia o desvalor que le doy a la idea, a la asignacion que le doy a esa ilusion en mi cabeza, con el que cargo durante los dias y con el cual camino por la noche.

que forma de respirar tan peculiar, aceleradamente y sin razonar mas alla de lo necesario, pensando con cabeza tibia y no tan fria, como llega a ser tu corazon cuando tu sangre de inviernos largos se torma gris. las nubes grises enfrian los dias, pero nuestros cuerpos se calientan entre resonancias de gotas, fuertes tempestades inundan nuestros corazones, con corrientes de pasion que se llevan por delante toda razon y cordura de que irremediablemente, tu seguiras tu camino, y yo el mio. pero sin, sin embargo, con la imagen viva de tus ojos, la fuerte brisa de sonrisa, y el poderoso y paralizante efecto de tus labios, que sin decir nada, son razon suficiente para que mis brazos se cierren a tu alrededor, y se sienta correcto, adecuado y necesario tal condicion, tal encuentro, que anoro volver a tener, antes de nunca volver a verte.

1 comentario:

Javier Pimentel dijo...

¿Como va vaina por allá en Chibchombia?
Que tal el trabajo?
Dile a tu jefe que si necesita a otro marrano, yo ando sin chamba todavía acá en El Salvador. Todo el mundo me ofrece trabajo y nadie se digna a -darmelo-. LOL.